El copia pega y demás...

BY joan No comments

En cualquier profesión del mundo, podemos establecer muchos parámetros de funcionamiento: des de los que viven obsesionados por su profesión, hasta los que miran el reloj asiduamente esperando que sea la hora de salir y desconectar del todo.
En el mundo de la educación también convivimos entre estos dos polos contrarios de funcionamiento, si más bien, la mayoría de docentes navegamos entre dos aguas y estamos en medio de estas dos maneras de percibir la profesión docente.
Pero lo que está claro y hables con quien hables ya esté en un polo o en otro opuesto o ya esté nadando entre dos aguas, todos coinciden en lo mismo: La educación en nuestro país no funciona. Otra cosa bien diferente, es que dudo en que nos pongamos de acuerdo en coincidir todos, en cuales son las claves de este fracaso. 
Últimamente han aparecido en la escuela concertada catalana algunos movimientos de renovación pedagógica que han tenido bastante repercusión mediática.  Entre ellos y quizás por la repercusión alcanzada (poseen cierto "poder" para hacerlo) en un primer lugar la escuela Montserrat con su apuesta por las inteligencias múltiples ya hace algunos años que es pionera y referente mundial. A ellos, se han sumado los Jesuitas con su programa Horitzó 2020 y en las últimas semanas los escolapios no han sido menos y han expuesto su programa Summem. Los tres proyectos tienen similitudes y diferencias, pero los tres ponen de manifiesto una cosa muy clara: La educación necesita un cambio de rumbo total y necesario, hay que cambiar maneras de enseñar, espacios donde transitar y currículums que dar. 
Ante este panorama el resto de escuelas que habitamos el planeta de la educación podemos escoger entre muchos caminos: Seguir como estamos, total, muchas familias ni se enteran de lo que cuece en la educación o lo peor de todo que ni les interesa. Con lo que nos quedamos como estamos y ya está. También podemos optar por hacer algo que se nos da muy bien en la nueva era de internet: El copia y pega, es decir, establecer los mismos criterios de funcionamiento de algunos de estos proyectos o similares y empezar a aplicarlos en nuestras escuelas. 

Estas dos maneras de funcionar, a mi entender son erróneas. La primera porque te condena al ostracismo como docente, te conduce hacia la más falsas de las verdades: El no cambiar porque siempre se ha hecho así, o el porqué antes funcionaba. No cambiar por miedo, no cambiar por falta de esfuerzo, no cambiar por falta de formación, no cambiar por el rechazo que puede provocar en algunos docentes del claustro e incluso en los miedos que pueden originarse en algunas familias, no cambiar por desgana, apatía, desmotivación… La segunda, el denominado copia y pega, tiene sus riesgos: No todo lo que funciona con un tipo de alumnos funciona con todos, no todos los colegios están preparados para soportar cambios a nivel logístico, y sobretodo y lo que creo que hay que recalcar: No todos los docentes estamos preparados para navegar en las aguas turbulentas que origina o puede originar un cambio educativo de según qué características. La formación es esencial para llevar a cabo cualquier proyecto, no sólo es importante tener un buen coche para ganar la carrera sino que también hay que tener un piloto que sepa conducirlo. Se necesitan directivos y docentes formados y preparados para llevarlo a cabo y sobretodo sobretodo: Convencidos de ello. Porque esta convicción nace o bien de una formación que surja de una fuerte motivación intrínseca o bien y creo que es lo esencial: De una implicación en las bases del proyecto. 
Por eso pienso que sería un error como escuela querer copiar modelos de otras escuelas, eso no quita que como docente sea “obligatorio” tener que leer o inspirarse en modelos educativos innovadores, gracias a internet tenemos una fuente inacabable de artículos, experiencias impresionantes donde poder recabar información. Las redes sociales nos ofrecen unas posibilidades infinitas de establecer vínculos entre docentes de otras escuelas. 
Y es que como escuela, hemos de ser conscientes que el verdadero cambio educativo ha de originarse en las entrañas de la propia escuela. ¿Cual ha sido la fórmula que han utilizado diferentes escuelas como las anteriormente citadas para crear sus propios proyectos? La respuesta no la sé a ciencia cierta, pero la intuyo: Tiempo de reflexión, tiempo de debate, espacios de formación, espacios de compartir, espacios de construir… en definitiva que han podido dedicar tiempo a buscar las claves y los porqués de la educación actual y buscar los posibles caminos hacia un futuro.

Sería bueno que en nuestras escuelas, no tomáramos ninguno de los dos caminos citados anteriormente y si dedicáramos tiempo a la reflexión para provocar  a este cambio educativo.

Porque estaría bien, que una vez por todas ya dejásemos los parches y los copia y pega para las bicicletas y para los documentos de gestión.

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